sábado, 25 de junio de 2011

El diario de una niña saharaui,

Llevo desde que nací aquí. Cada mañana salgo de la haima y miro lo grande que es todo esto. Es un gran desierto, no tiene mar. Yo quiero que tenga, mi mama siempre me dice que en el mar hay peces de colores que juegan contigo. Ella dice que si Marruecos no nos hubiera quitado nuestro país nosotros ahora estaríamos jugando con esos peces. Siempre he querido uno, lo cogería y lo metería en una cajita de cristal. Lo llamaría Hamet, si Hamet como mi hermano.Él ahora está enfermo, dicen que no le pueden operar por que aquí no hay anestesias. Yo he corrido mucho por el desierto buscando anestesia, aunque no sepa lo que es creía que podía encontrarla. Pero no, no hay. 
En verano vamos con unos chicos muy majos que nos llevan a unas casas con familias y niños. Si, ahí voy a la playa, pero no veo los peces. Duermo con una niña muy simpática, Ainhoa. Ella muchas veces me saca unos vestidos y hacemos como que somos princesas, me lo paso muy bien y me rió mucho. Tambíén me dan kechup que me gusta mucho y al irnos a la cama Marina la mama de Ainhoa nos cuenta unos cuentos preciosos. 
Tengo once años y llevó viniendo a Irun tres años. La primera vez que vine tenía miedo porque aquí había unas cosas muy raras que se llamaban ``duchas´´. Echaban agua y yo creía que eran unos monstruos muy malos, como los de los sueños.Pero luego estaba calentita y al salir olía muy bien. Como una flor.
Cuando acaba el verano me vuelvo a mi casa con mi mama y mi hermano, mi papa nunca viene a casa, no se donde esta.
Muchas veces veo a mi mama llorando. El otro día me acerqué a donde ella y estaba muy triste, le pregunte que le pasaba, me miró a los ojos y me contestó: `` Que ya no puedo mas y que me rindo, este desierto ya es nuestra casa, y si no fuera por quien nos ayuda nosotros no estamos aquí, cada día tengo menos ganas de despertarme y ver que esto no sirve para nada, que tenemos el mismo derecho que todos cielo´´.



No hay comentarios:

Publicar un comentario