lunes, 27 de junio de 2011

Samalet

Ya no le quedaban fuerzas, apenas los últimos impulsos que le permitía su cuerpo. Un paso, dos y tres. No sabía cuanto llevaba ahí, ni cuando encontraría algo, gente, humanos.Los pies hinchados, rojos con ampollas, esos zapatos cosidos por ella misma apenas le dejaban respirar.Agua, un pañuelo húmedo, solo eso. Desde que se escapó de aquella camioneta vieja y sucia. No sabía quien era. Samalet, si así se llamaba.Miró a lo largo del desierto, nada, como siempre.Un desierto vació.No, Un campamento al fondo, ¿sería real? , lo mas probable es que fuera otras de sus imaginaciones. La última vez que creía haber visto una corrió, intentó llegar hasta el final pero no, no había nada, no había final. Caminar, el campamento cada vez era mas grande,cada vez que se acercaba unos pocos metros. Llegó. ¿Que era aquello?. 
Un niño de apenas cinco años apareció corriendo tras un balón, vio a la pobre muchacha y se acercó a donde ella. Samalet apenas podía hablar, le faltaba oxígeno, deshidratada. El niño le agarró de la mano, con timidez quizás con inseguridad, le preguntó a Samalet. ``¿ Tu eres el ángel que mi mama dice que va a venir algún día y nos devolverá nuestro país?.Samalet no sabía de que hablaba `` yo...´´. Todo se apagó. Murio del cansancio de recorrer kilometros sola en plena luz del sol.
El niño se volvió a adentrar en el campamento,miles de ilusiones destruidas con la esperanza de que aquel ángel del que tanto le hablaba su madre  apareciera algún día desde el horizonte lejano del desierto.





domingo, 26 de junio de 2011

Testimonio de una amiga de una niña saharaui...

Recuerda, que lo prometiste. Prometiste que para siempre íbamos a estar unidas.Prometiste que aunque la distancia fueran de miles de kilómetros, no perderíamos la ilusión de volver a vernos.Prometiste un``Hola´´ dentro de poco, y aun sigo esperándolo.Sé que tus promesas son de verdad. Sé que tu no mientes. Sé que no pasa una noche en la que no pienso en ti. Sé que seas del color que seas para mí eres como yo, que derramaste una lágrima aquella ultima vez ,que me susurraste un `` te quiero´´ y acabamos despidiéndonos, pensando un`` Para siempre hermana´´.
Lo hice por ti.

sábado, 25 de junio de 2011

El diario de una niña saharaui,

Llevo desde que nací aquí. Cada mañana salgo de la haima y miro lo grande que es todo esto. Es un gran desierto, no tiene mar. Yo quiero que tenga, mi mama siempre me dice que en el mar hay peces de colores que juegan contigo. Ella dice que si Marruecos no nos hubiera quitado nuestro país nosotros ahora estaríamos jugando con esos peces. Siempre he querido uno, lo cogería y lo metería en una cajita de cristal. Lo llamaría Hamet, si Hamet como mi hermano.Él ahora está enfermo, dicen que no le pueden operar por que aquí no hay anestesias. Yo he corrido mucho por el desierto buscando anestesia, aunque no sepa lo que es creía que podía encontrarla. Pero no, no hay. 
En verano vamos con unos chicos muy majos que nos llevan a unas casas con familias y niños. Si, ahí voy a la playa, pero no veo los peces. Duermo con una niña muy simpática, Ainhoa. Ella muchas veces me saca unos vestidos y hacemos como que somos princesas, me lo paso muy bien y me rió mucho. Tambíén me dan kechup que me gusta mucho y al irnos a la cama Marina la mama de Ainhoa nos cuenta unos cuentos preciosos. 
Tengo once años y llevó viniendo a Irun tres años. La primera vez que vine tenía miedo porque aquí había unas cosas muy raras que se llamaban ``duchas´´. Echaban agua y yo creía que eran unos monstruos muy malos, como los de los sueños.Pero luego estaba calentita y al salir olía muy bien. Como una flor.
Cuando acaba el verano me vuelvo a mi casa con mi mama y mi hermano, mi papa nunca viene a casa, no se donde esta.
Muchas veces veo a mi mama llorando. El otro día me acerqué a donde ella y estaba muy triste, le pregunte que le pasaba, me miró a los ojos y me contestó: `` Que ya no puedo mas y que me rindo, este desierto ya es nuestra casa, y si no fuera por quien nos ayuda nosotros no estamos aquí, cada día tengo menos ganas de despertarme y ver que esto no sirve para nada, que tenemos el mismo derecho que todos cielo´´.